Ya seas hombre o mujer, hay una serie de trucos que pueden ayudarte a depilarte tus zonas más privadas sin riesgo de quemaduras, cortes o resultados indeseables. Son puntos muy sensibles, y algunos inaccesibles, así que tienes que tomar unas ciertas precauciones si te vas a depilar sin ayuda o sin acudir a un profesional. En el caso de que nunca te hayas depilado los genitales, este artículo también te puede servir para iniciarte sin sobresaltos.
1. Domina bien la técnica que vas a usar
Básicamente, te puedes depilar con: tijeras, maquinillas, cuchillas, cremas depilatorias y ceras. Además, existe la opción más permanente de la depilación láser, que puede ser combinada con cualquiera de las anteriores. La clave es que, teniendo en cuenta que los genitales son una zona muy sensible, seas ya bastante hábil con la técnica de depilación que uses. Por ello, no te lances a la maquinilla o la cera si no la has usado nunca sobre otras partes de tu cuerpo. Digamos que los genitales son el malo final del videojuego de la depilación.
2. Usa los mejores productos
No te afeites los genitales con la cuchilla mil veces usada que utilizas para la cara. Hazte con cuchillas, tijeras o maquinillas de calidad. En el caso de que uses cremas o ceras, lo mismo: encuentra productos que estén diseñados específicamente para los genitales. Al ser una zona más sensible y frágil, hay riesgo de hacerte cortes, heridas o quemaduras si usas productos que no han sido diseñados para ello.
Por supuesto, no intentes ahorrar en este tipo de productos, porque lo barato te puede salir caro y un dolor o incomodidad continua durante semanas en la zona genital no es plato de buen gusto.
3. Recorta bien y prepara la zona
Depende de la cantidad y densidad de pelo que tengas, pero es clave que antes de depilarte hayas recortado las zonas con vello, para tenerlo mucho más limpio. Además, el uso de acondicionadores (sí, de pelo) o cremas pre-depilatorias puede ayudarte a dejar más suave y preparada la zona a depilar. El uso de cremas de afeitar es más controvertido, ya que suelen incluir alcohol y producen mucha irritación. Finalmente, no te olvides de usar un exfoliante en la zona a depilar para dejarla más preparada.
Mucho cuidado con los cuidados post-depilación. Si recurres a una crema que pueda irritar, puedes acabar con el color de un mejillón y un ardor absoluto durante días. Así que hazte con una crema post-depilatoria o recurre a una crema hidratante básica que no contenga alcohol.
4. Si afeitas: nunca a contrapelo
El afeitado a contrapelo es más efectivo y deja mejor cualquier zona, pero en los genitales es peligroso. Si te afeitas a contrapelo sin muchísimo cuidado y tacto, te puedes hacer una auténtica carnicería, ya que es una parte de nuestra piel que apenas se ha endurecido (tiene poco contacto con el exterior).
5. Láser: si quieres una depilación permanente...
Aunque es verdad que el mito de que el pelo se vuelve más duro y abundante tras el afeitado no ha sido probado, la depilación con cera y cremas favorece que el pelo salga más blando y fino al arrancar de raiz. No obstante, plantéate recurrir al láser si quieres una depilación permanente. Es el único método a largo plazo que te reducirá el esfuerzo semanal o quincenal de depilarte y te permitirá olvidarte de cortes o heridas.