Muchos creemos que la póliza de seguros es el último paso o el documento en papel que simplemente refleja, de modo general e igual para todos los contratantes, las cláusulas de la entidad con relación al tipo de seguro concreto que hemos contratado o que se limita a describir (a veces con un angosto vocabulario) los distintos supuestos en los que entra en funcionamiento el sistema de protección mediante las indemnizaciones o prestaciones correspondientes. Sin embargo, esto es un error muy frecuente que en Mejores Seguros Online te ayudan a aclarar.
Y es que tanto la póliza en sí como el procedimiento para escoger son dos aspectos tan importantes como la propia naturaleza del seguro, sus coberturas y su ámbito de aplicación; si tomamos una decisión a la ligera, quizá llevados por ofertas o promociones, sin prestar atención suficiente ni leer detenidamente lo que aquella incluye, podremos llevarnos sorpresas en los pagos de nuestra prima, sometiéndonos a obligaciones que no nos competen o incluso observando coberturas que se han incluido pero que no realmente no necesitamos. Como dice el refrán: "castillo apercibido, nunca es sorprendido".
Las pólizas y sus tipos
Hay tantas pólizas de seguros como tipos de seguros coexisten en el mercado. Cada una de ellas, debe adaptarse a la modalidad contratada y proporcionará la información precisa y detallada acerca de tu ámbito de protección y sus características, tanto formales como de contenido. La aseguradora es la encargada de ponerla a tu disposición, tanto si es fruto de un acuerdo común vía presencial como si se trata de una póliza que deriva de la contratación mediante las modalidades de Seguros Online, en cuyo caso deberá remitirse a tu domicilio con la máxima brevedad posible. Así, siempre contarás con ella y funcionará como el resguardo de tu garantía de protección como usuario.
No obstante, podemos realizar una clasificación de las pólizas según el bien que protegen, resultado así estas las más comunes:
- Pólizas de naturaleza patrimonial.
- Pólizas de naturaleza médica.
- Pólizas de vida y salud.
- Pólizas de pensiones.
- Pólizas de automóviles.
Las coberturas de los tipos de pólizas dependen del contrato de seguro, sujeto a los conceptos de capacidad económica e intereses de las partes.
¿Cuantas más pólizas de seguro tenga, mejor será? Eficacia y contenido de una póliza
Afirmar que cuantas más, mejor, no es más que una cuestión de números y posibilidades, no sinónimo de mayor calidad. Pensemos en el siguiente ejemplo: una familia de 6 miembros y pocos recursos económicos quiere contratar una póliza de vida. En su caso, bastaría con proteger la salud de la persona que genera mayores ingresos en la unidad de convivencia, suponiendo un ahorro muy importante en cuanto a costos al mismo tiempo que una buena protección del derecho. Si se trata de una familia que dispone de más recursos, tampoco hay ningún inconveniente en que sean todos sus miembros los que tengan una póliza para cada uno.
Lo importante es que siempre obtengamos los beneficios de lo que ella refleje, que serán los que deriven de la contratación de nuestro seguro:
- El respaldo económico ante el evento cubierto.
- La tranquilidad personal y familiar.
- Las coberturas concretas que necesitamos, por escrito y como documento fidedigno de lo pactado.
Recuerda: la mayoría de las pólizas de seguros pueden completarse con asistencias y otros valores añadidos que, si conoces y usas bien, pueden ser realmente eficaces para ti. Su uso adecuado y adaptado la convertirán en tu póliza perfecta.
Las 6 claves definitivas de por qué escoger bien tu póliza de seguro
En este punto, es más fácil entender por qué hay que ser especialmente cuidadosos a la hora de escoger bien nuestra póliza. Ello implica saber de antemano y sin sorpresas 6 aspectos fundamentales:
1.Cuándo y cómo se va a renovar, expresado en día y hora concretos (normalmente por períodos anuales) lo que te permitirá prorrogar la duración de vigencia de tu seguro una vez alcanzado el plazo de vencimiento. Normalmente, las pólizas se renuevan de forma automática.
2.Cómo cancelarla o evitar su renovación, avisando a la empresa con antelación del pago del período en curso. El impago de la prima al vencimiento no es un medio válido para cumplir la función canceladora.
3.Cuándo empieza y termina su efecto: a veces, la fecha coincide con la del primer pago o la de emisión, pero no siempre es así, pues puede estar relegada a un momento posterior. De cualquier modo, debe estar contenida en la redacción de aquélla, de igual modo que la fecha en la que deja de tener validez.
4.Cuánto pagas y cuánto te pagan, siendo consciente tanto de tu prima como de sus porcentajes variables por ajustes, como de la cuantía en concepto de indemnización o contraprestación (determinada, estimada o parámetros para estimarla) por parte de la aseguradora. En pólizas de planes de pensiones, por ejemplo, es indispensable saber por cuál decidirte, sobre todo por su capacidad de respuesta ante casos de incapacidad o invalidez grave o permanente.
5.Qué obligaciones existen después de firmar, tanto por tu parte como por parte de la aseguradora.
Además, no olvides que son dos partes contratantes, por lo que debemos atender, además de a las cláusulas, a la propia empresa aseguradora con la que contratemos, como emisora de la póliza. Infórmate y evalúa su servicio, su calidad y su rapidez de actuación.
Ya estás más que preparado para recibir tu prima y hacer que no pase desapercibida o relegada a almacenarse en un cajón. Serás capaz de leerla, interpretarla y, desde luego, saber que es un documento esencial para redondear tu protección al alza. Si buscas más información sobre seguros o tienes alguna pregunta, no dudes en visitar el portal o ponerte en contacto en Mejores Seguros Online.