¡Cómo nos gusta dormir! Qué paz, qué calma, qué quietud. Pero todo se rompe de manera brusca cuando el maldito despertador suena. Y si tienes el sueño profundo y has elegido una de esas martilleantes sintonías lo primero que pasa por tu cabeza es coger el despertador –que es el móvil en la mayoría de los casos– y estamparlo contra la pared. Pero no –al menos no siempre–, aguantas y le das para que suene 10 minutos más tarde. Y luego otros 10. Y 10 más. Pero… ¿sabes que si te hubieras levantado a la primera las cosas hubieran ido mejor? ¿Conoces los beneficios de levantarte 30 minutos antes?
Admiro a los que se levantan a la primera. Yo soy de los de media hora –o más– dilatando el insoslayable momento de abrir los ojos, apoyar los pies en el suelo y comenzar un nuevo día. Cada mañana la misma promesa, pero da igual. Vuelve a sonar y se vuelve a apagar.
1. El día da para mucho
Es curioso, e inherente al ser humano, que siempre que se consigue madrugar uno se da cuenta de que es mucho mejor. Que el día es más productivo y provechoso. Sin embargo, no vale para nada. Al día siguiente vuelve el ritual. Cuando consigues levantarte antes te das cuenta de que las 24 horas dan para mucho más. Llega media mañana y estás terminando eso que, normalmente, acabas casi a la hora de comer.
2. Fuera el estrés
Te levantas, miras la hora y comienza una carrera contra el reloj que, en muchos casos, termina muchas horas después cuando, de nuevo, te metes en la cama. Ducha, desayuno de malas maneras –cuando desayunas–, te pones lo primero que pillas y a la calle. No puede ser ese estrés desde primera hora.
3. Mejor rendimiento
Está comprobado que si todo lo del punto anterior lo haces de manera calmada, tu rendimiento posterior en el trabajo crece. Llegas a él sin estrés, con una sonrisa en la boca, ¡hasta con ganas de trabajar! Bueno, quizás en esto último me he pasado.
4. Desayuno
Aunque ya se ha incluido en los anteriores beneficios de levantarte 30 minutos antes, hay que hacer especial hincapié en el desayuno. La comida más importante del día merece un poquito de dedicación. Que sea un desayuno completo, equilibrado, que te dé fuerzas para un nuevo día y que lo tomes sentado, despacio y con tranquilidad. Nada de un café del sorbo –con la correspondiente quemadura– mientras te pones los zapatos.
5. Ejercicio
Hacer algo de ejercicio recién levantado es algo difícil de lograr, pero con importantes beneficios para el resto del día. No hace falta que salgas a correr una hora, o que te metas dos horas de bici: en casa, casi sin salir de la cama, puedes hacer una serie de ejercicios que te desperecen y te preparen para la rutina diaria.
6. Agradable
Madrugar, ducharte, desayunar y vestirte con calma ayuda también a tu estado de ánimo. Estarás más contento, alegre, simpático y con ganas de tirar para adelante.
7. Agenda desahogada
Otro de los beneficios de levantarte 30 minutos antes tiene que ver con el cumplimiento de tus compromisos. Si vas tarde desde por la mañana, tu agenda se apretará y, seguramente, tendrás que dejar cosas sin hacer. Empieza un poco antes y la agenda, por arte de magia, será factible.
8. Acabar antes
Si marcas tus propios horarios en el trabajo, el hecho de levantarte antes servirá para acabar también con anterioridad. Y, por ende, aprovechar mucho más el día para todo lo que quieras menos trabajar.
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