El sol es uno de los mayores privilegios de los que podemos disfrutar en España a diferencia de muchos otros países que apenas le ven el pelo durante muchos días del año. Sin embargo, puede convertirse en un arma de doble filo si no tomamos las medidas necesarias para ponernos frente a él. Y no solo nos referimos a la necesidad de ponerse protector solar cuando estás en bañador, sino también a la importancia de protegerse la vista con unas buenas gafas de sol.
Es uno de esos objetos en los que merece la pena invertir un poco más dinero con tal de que cumplan estas características porque afecta directamente a la salud:
1. Que estén homologadas por alguno de los 3 estándares
Estadounidense, australiano o europeo, la famosa marca “CE”. Fíjate bien que la homologación no sea una falsificación que puede ocurrir.
2. Que se hayan adquirido en comercios especializados
Por mucha gracia que nos hagan los mercadillos de verano, las gafas de sol mejor comprarlas donde se debe, en las ópticas o en las tiendas especializadas por ejemplo.
3. Filtro 100%
Las gafas deben bloquear toda la luz ultravioleta. Cualquier gafa de sol actualmente que esté homologada aunque sea de precios baratos suele incluir ya un filtro para la luz anti violeta del 100 %. No te conformes con menos.
4. Color de las lentes
Lo más adecuado son los verdes, marrones y grises. Cualquier color de lente, mientras la gafa esté homologada, sirve y no te va a ocasionar lesiones, pero siempre es un poco mejor llevar gafas que no disminuyan la visibilidad y, sobre todo, que alteren poco la luz. Verdes y grises son los que mejor cumplen este requisito por lo que son muy buenas para actividades cotidianas como conducir. El marrón sí altera más los colores, pero suelen ser gafas con máxima protección por eso también son muy recomendables por ejemplo para la montaña. Es importante elegir el color en base a la actividad así que déjate aconsejar por un especialista si no lo tienes claro.
5. Debe absorber al menos el 75% de la luz natural
Una cosa son los rayos ultravioleta y otra la luz natural. Los primeros deben anularse por la lente en el 100% de los casos, mientras que en el caso de la segunda lo conveniente es que la gafa bloquee al menos el 75% de la misma. Reducir la intensidad de la luz siempre favorece a la salud de la vista y a la comodidad.
6. No tienen que ser siempre polarizadas
Es bueno aclarar este punto porque muchas veces lleva al engaño y sobre todo a la equivocación. No hay que obsesionarse con que sean polarizadas, no quiere decir que la gafa sea mejor. Las polarizadas ayudan a eliminar la luz reflejada pero no son recomendables por ejemplo cuando se combinan con otros cristales polarizados como puede ocurrir en los coches. Depende al fin y al cabo de la actividad para la que se vayan a usar.
7. Debe llevar folleto del fabricante
Una buena gafa, legalmente homologada, siempre llevará consigo información del fabricante que es como su ADN. Indica todas sus características. Si no lo lleva mejor no la compres por original que parezca.
8. Cumplir requisitos legales
Además de todas estas características, unas buenas gafas de sol deben cumplir requisitos legales generales como los denominados “rendimiento óptico irreprochable” o “ausencia de inflamabilidad” entre otros. Para ello, superan pruebas en laboratorio antes de salir al mercado.
Estos son características generales de unas buenas gafas de sol, pero no te olvides de lo importante que es buscar la mejor gafa posible para la actividad concreta para la que desees utilizarla porque en base a esto hay matices recomendados que pueden variar. Cada actividad tiene sus detalles.
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