La boca es un foco de problemas sanitarios principal. Está demostrado científicamente que es una zona especialmente sensible del cuerpo humano, puerta abierta permanentemente a las bacterias. Por ello, es fundamental cuidar la dentadura si no quieres tener este tipo de afecciones derivadas de unos dientes descuidados:
Artritis
Es increíble pero una mala higiene bucal puede producir este tipo de dolencias a través de un circuito que va desde los dientes hasta el estómago y desde ahí a la sangre de determinadas bacterias que se generan entre las encías y las piezas dentales.
Empeoramiento de patologías crónicas
Si ya sufres algún tipo de dolencia cardiaca o diabética por ejemplo, éstas pueden verse afectadas negativamente y empeorar por lo que es básico extremar la limpieza bucal.
Problemas musculares
Se ha demostrado en deportistas de élite que, en ocasiones, lesiones musculares reiteradas se debían a problemas en la dentadura. Las bacterias de origen bucal desequilibran los valores minerales que actúan sobre los músculos, de manera que se ven afectados.
Problemas en los huesos de la cara
Una dentadura enferma provoca la enfermedad de los huesos de la cara, especialmente de los de la mandíbula. Es una deformación por una mala colocación de los dientes.
Trastornos en el oído
Los músculos que intervienen cuando se mastica también se ven afectados y estos a su vez arrastran con ello dolores de oído, que provocan también vértigos, zumbidos y problemas similares.
Dolor de cabeza crónico
Los problemas de oído que vienen causados por la boca generan una cefalea constante, reiterativa y casi diaria. De hecho, está diagnosticada médicamente y se sabe que se produce por una inflamación en la unión entre la mandíbula y el cráneo.
Estrés y malestar general
No solo se producen dolencias derivadas de una dentadura descuidada, sino que el propio carácter lo puede sufrir. Y es que molestias generadas en la boca provocan un malestar día a día que acaba modificando el carácter de manera negativa, generando ansiedad y estrés.