La autoexploración corporal es un hábito que cuesta incorporar pero que puede salvarte la vida o, al menos, ahorrarte mucho tiempo a la hora de recuperarte de una dolencia porque puede conseguir que la detectes en una fase inicial, lo que siempre es decisivo para el éxito de la cura tanto en el resultado final como en el tiempo en el que lo consigues.
En el caso de los hombres, hay una parte fundamental que deben explorar a menudo: los testículos. A grandes rasgos, lo mejor es aprovechar la ducha para palparlos por separado, apoyando tus pulgares en la parte superior y haciendo giros mientras tocas todas las partes en busca de bultos o protuberancias extrañas. Recuerda que uno suele ser un poco superior al otro.
Por otro lado, ambos sexos deben explorarse la piel de forma periódica para evitar que nuevos lunares o manchas inesperados se conviertan en un serio problema. La mejor forma de hacerlo es ponerse sin ropa delante del espejo y repasar todas las partes del mismo, incluyendo la cabeza y hasta los genitales.
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La mujer, por su parte, también debe estar atenta a partes concretas de su cuerpo, especialmente los senos. Palparse los pechos puede detectar un cáncer de mama a tiempo de ser curado, lo que ha salvado y salvará muchas vidas. Para ello, mírate en el espejo y revisa que no tengan ninguna deformidad. Acto seguido revisa el color y forma de los pezones, y después pasa a tocarlos buscando bultos que puedan ser sospechosos. Para los primeros dos pasos, levanta los brazos, y para el tercero, acuéstate bocarriba y palpa a mano cambiada haciendo círculos.
También conviene aprender a autoexplorarse el cuello uterino. Para ello, debes conseguir acceso fácil a la zona y abrir la cavidad vaginal. Introduce un dedo o dos y empuja lo más arriba que puedas con cuidado de no hacerte daño. Mueve los dedos también de forma circular hasta encontrar el cuello uterino, que es una zona cartilaginosa. La clave es analizar el líquido que sale de él. Para que todo esté bien, en época fértil debe ser transparente y abundante, mientras que en los períodos no fértiles es más denso y escaso, además de color blanco.
Por último, puedes aprovechar la misma exploración para a continuación palpar la vulva y detectar si no hay ninguna protuberancia extraña en la zona o dolores a la hora de tocar, que pueden indicar alguna dolencia o enfermedad.