¿Cuáles son los beneficios de las camas articuladas para personas mayores?

Es cierto que cuando escuchamos hablar de camas articuladas, las vinculamos con las camas que tienen en las habitaciones de un hospital. Pero sin ir más lejos, son muchas las personas que por motivos de salud y/o comodidad necesitan este tipo de camas en sus casas cada día.

Desde personas mayores, hasta personas que han pasado una cirugía y tienen que pasar una larga temporada en la cama, para todos ellos una cama articulada puede ser un gran aliado y ayudarles en su día a día sin tener que depender de terceros.

Las camas articuladas también llamadas camas para discapacitados son un elemento fundamental para un descanso indispensable para las personas que la requieren en su hogar.

Este tipo de camas están compuestas por un somier de láminas y un modelo de colchón más flexible, que se adapta a las necesidades de las personas con movilidad reducida, con el objetivo de mejorar su día a día.

Gracias al motor eléctrico, el paciente puede adoptar distintas posiciones, como, inclinar la cabeza y las piernas, establecer una postura mucho más confortable para la espalda e incluso elevar la cama para que sea más alta o bajarla para que la persona pueda salir de la cama sin dificultad.

Una cama articulada se basa en el bienestar de los pacientes que la necesitan, pero también puede tener un impacto muy positivo para el organismo. A continuación, te explicamos qué beneficios tienen las camas articuladas para las personas mayores.

Ventajas de las camas articuladas

Como ya hemos comentado, la principal virtud de una cama para discapacitados es su descanso, ya que hace dos funciones en una.

Proporciona un descanso adecuado y el paciente puede adoptar diferentes posturas para tener mayor autonomía mientras come, bebe, lee o ve la tele sin tener que salir de la cama.

Una cama articulada tiene muchos beneficios tanto para las condiciones físicas del usuario como para su bienestar, te las contamos:

1. Puede prevenir dolores habituales en las personas mayores

Nos referimos a dolor lumbar, la tensión del cuello y hombros, las molestias de la artritis o la hinchazón de las extremidades inferiores. Con las camas articuladas la espalda se ve bastante recompensada y reforzada a la hora de moverse.

2. Mejora la circulación sanguínea del paciente

Gracias a las camas articuladas, la distribución del peso corporal queda mucho mejor distribuida, lo que ayuda a una mejor circulación sanguínea y una reducción de la presión arterial en articulaciones como brazos y piernas.

3. Favorece el descanso y el sueño

Este punto es muy importante, ya que del descanso depende cómo afronta el día a día el usuario. Al poder mantener la curvatura de la columna vertebral, disminuyen las molestias, en algunos casos incluso desaparecen y con ello mejora la calidad del descanso.

4. Previene ataques de asma

En el caso de elegir la postura un poco más elevada, se consigue prevenir posibles ataques de asma e incluso ayuda a no padecer reflujo gástrico con sus correspondientes síntomas.

5. Rebajan el nivel de estrés

Otra de las ventajas de las camas articuladas es que en algunos modelos los fabricantes han incorporado un sistema de unidades de masaje. Gracias a esta función, el paciente consigue un efecto parecido al masaje de un fisioterapeuta.

Por lo tanto, el nivel de estrés se reducirá y se relajará tanto los músculos como las articulaciones que más tensos suelen estar, como el cuello y los hombros.

6. Mayor independencia y autonomía para el paciente

Una cama articulada proporciona al usuario una mayor autonomía, independencia y seguridad. Esto favorece muchísimo a su autoestima, un factor muy importante para la recuperación del paciente. No hay nada más placentero para una persona que no tener que depender de nadie.

7. Gran aliado para los cuidadores

Otra ventaja a destacar de las camas articuladas es, que, si la persona mayor precisa de un cuidador porque tiene problemas de movilidad, con este tipo de camas tienen una gran ayuda. Favorece en la alimentación, higiene del paciente, cambiarle de ropa o hacer la cama.