España, un país perfecto con la dieta mediterránea por bandera e ideal para hacer deporte por su gran clima y sus días largos y soleados, ha dejado de estar entre los diez países más saludables del mundo.
De un año a otro ha pasado del 7º puesto al 23, tal y como recoge en un estudo la Organización de Naciones Unidas para controlar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el año 2030.
Pero ¿qué ha provocado el declive de España en cuanto a temas de salud se refiere? La nota en consumo de alcohol, que es elevadísima. En una escala del uno al cien, España ha obtenido 10, siendo 100 el indicador de salud ideal de cumplimiento.
También suspende en tabaquismo y obesidad infantil, dos de los 37 indicadores que mejor refleja la salud de la sociedad en su conjunto (adultos y jóvenes). Por tanto, si hace un año España fue séptima con un total de 82 puntos sobre 100, este 2017 nuestro país ha caído hasta la posición 23, obteniendo 74 puntos de 100.
Estados Unidos aparece justo por debajo de España. Y Portugal, Luxemburgo y Lituania también obtienen peores notas.