Venimos de vacaciones y con esto, los nuevos propósitos tras los excesos del verano hacen que los usuarios quieran hacer más deporte, y es por ello que aumentan las altas en los gimnasios y en los centros deportivos: presentamos las recomendaciones más oportunas para saber cómo evitar contagiarse de hongos en lugares públicos.
1. Huye del agua estancada.
Existen repositorios de agua en algunas instalaciones de piscinas con aguas termales, tipo spa o salas relajantes, donde en partes del recorrido existen pequeñas pilas con agua caliente estancada. Asi mismo, en los esquinazos de dichas salas, o en los cambios de nivel del suelo, a veces el agua se queda acumulada. Las condiciones de humedad y temperatura unidas a estas pequeñas cantidades de agua acumulada, hacen un entorno idóneo para la proliferación de los hongos. No pises ese agua, y si lo haces, usa chanclas.
2.Usa chanclas en las duchas.
Las duchas de uso común de los gimnasios, piscinas y spas, albergan en el suelo multitud de microorganismos, ya sea por el simple hecho de que en ellas nos quitamos la suciedad de nuestro cuerpo, o por el comentario que apuntamos en el punto anterior. Por ello, y aunque haya desagües en el suelo, protege tus pies con chanclas o escarpines.
3. Protege tus pies dentro del agua.
En las piscinas, la mejor recomendación es usar escarpines para nadar. Evitan infecciones tanto fúngicas como bacterianas.
4. No compartas calzado con nadie.
A veces compartimos las chanclas con algún compañero o amigo. Evítalo, pues el huésped puede que no sepa que tiene hongos (a veces no muestran sintomatología hasta semanas más tarde del contagio) y sin embargo, si que te los puede pegar a ti.
5. Evita la humedad excesiva.
Usa calcetines limpios para hacer deporte. No uses los que llevas durante todo el día, ya que puede que estén demasiado húmedos y eso es una situación precursora de desarrollar dermatofitos en el pie.