El pádel se ha convertido en uno de los deportes más practicados por todo el país debido entre otras cosas a sus beneficios. Pero como cualquier deporte también conlleva algunos riesgos y lesiones que se pueden sufrir al practicarlo. Entrenar es muy sencillo si tienes algunas de las mejores palas Bullpadel, por lo que te damos algunas indicaciones de cómo actuar en caso de lesión y cómo prevenirlas.
Los principales problemas que se pueden causar debido a la práctica del pádel son los problemas musculares. Las más comunes son las contracturas y lumbalgias o las roturas musculares de gemelo.
Para mantener y conseguir una buena recuperación muscular se recomienda utilizar métodos especiales con colágeno para ello. Esto ayudará a disminuir el cansancio y mantener un buen funcionamiento de los músculos además del de los huesos.
Algunos geles de tipo antiinflamatorio también ayudan a la recuperación en este tipo de lesiones. Un ejemplo es el gel y el colágeno de FisioXtreme, una de las marcas más empleadas por aquellos que practican pádel. Este gel alivia los dolores musculares que se puedan originar durante un partido o entrenamiento en cualquier nivel. Aplicarlo con un ligero masaje conseguirá que esa lesión o molestia muscular se calme y mejore el incómodo dolor.
Entre estas también pueden estar las distensiones, que son un estiramiento exagerado del músculo que presenta una ruptura parcial de alguna de sus fibras. A esto le seguiría el desgarro, producido por una brusca contracción del músculo. En este caso son varias las fibras que se rompen. Este tipo de molestias se producen debido a que se ha realizado un esfuerzo demasiado grande o un movimiento mal ejecutado.
Para prevenir este tipo de accidentes es necesario realizar un buen calentamiento y nunca forzar a nuestro cuerpo en ejercicios demasiado fuertes en los inicios. La intensidad de los entrenamientos debe aumentar paulatinamente según avanzamos en nivel y asiduidad del juego.
Otra de las lesiones más comunes a la vez que molestas es la famosa epicondilitis. Esta condición también se la conoce con el nombre de “codo de tenista”. Esta lesión supone un gran dolor en la parte externa del como que llegan a impedir el poder jugar al pádel. Una de las principales causas por las que se produce esta lesión es porque se usan en exceso los músculos del antebrazo, los que enderezan y levantan la mano y la muñeca.
Como consecuencia, los tendones se inflaman y se producen pequeños y repetidos desgarros por todo el tendón, causando un gran dolor por todo el codo y el brazo. Uno de los golpes que pueden llegar a causar esta lesión es el revés si no se realiza correctamente.
Cambiar de pala puede suponer el tener que adaptarse a otro tipo y hacerlo en malas condiciones o muy rápido podrían ayudar a la aparición de la epicondilitis. Un grip demasiado grueso o demasiado pequeño también podría ser motivo de ella.
Uno de los síntomas en los que podemos ver que estamos sufriendo esta lesión es si tenemos dolor o sensibilidad excesiva en la parte externa del codo. Si sufrimos dolor al enderezar o levantar la muñeca y la mano también podría ser una señal, especialmente si el dolor se agudiza al levantar algún objeto pesado.
Un dolor al cerrar el puño o si este se extiende hacia el antebrazo y parte superior también podrá ser un indicador de que estamos sufriendo “codo de tenista”. Un gel como el que hemos citado anteriormente sería una buena opción en caso de sufrir estos dolores para evitar una lesión aún mayor.
En tiendas como Padel Nuestro es posible encontrar todo tipo de equipamiento, pero además entre su oferta incluyen este tipo de productos, como FisioXtreme. Tan importante como un buen entrenamiento y una buena pala o zapatillas es mantener una correcta recuperación.
Un tipo de lesión que también es bastante común en el pádel son los esguinces y luxaciones. Torcerse el tobillo durante un partido o entrenamiento es de lo más normal, por ello es necesario conocer algunas indicaciones que nos ayudan en estos casos.
Lo primero y más importante sería la inmovilización de la articulación, para evitar que la lesión sea mayor. Envolver el tobillo en hielo varias veces al día también puede ser muy útil para que alivia el dolor y la inflamación, disminuyéndolos. Los vendajes para compresión pueden ayudar a prevenir una mayor inflamación de la parte implicada.
La recuperación será mejor y mas rápida con una terapia de rehabilitación adecuada. Cuanto antes se comiencen este tipo de ejercicios antes se podrá volver a tener bien el tobillo. En necesario y muy importante acudir a un especialista siempre.
Es recomendable ante cualquier tipo de lesión acudir a un especialista siempre para que te ayude a detectarla y tratarla de forma adecuada. Así, se podrán evitar posibles complicaciones en el futuro.