Si los villancicos no son lo tuyo, ya tienes la excusa perfecta para pedirle a tu suegra que se los ahorre en la cena de Nochevieja. Nuevos estudios aseguran que escucharlos antes de Navidad pueden representar una fuerte carga psicológica.
La psicóloga británica Linda Blair es quién afirma esta conclusión acerca de las canciones navideñas. Hay un matiz importante, y es que se refiere a escucharlos antes de las fiestas; es decir, es algo parecido a lo que nos ocurre cuando vemos las luces puestas a principios de noviembre, que nos sale urticaria de verlas. Según Blair, lo recomendable es empezar a escucharlos sin anticiparte a las fechas de Navidad.
Blair cree que escucharlos con anterioridad puede desatar en la persona una sensación de agobio y estrés al pensar en todos los compromisos que se tienen normalmente durante las navidades. Puede parecer un poco exagerado, pero es una explicación plausible porque para mucha gente es un período temido, que ha pasado de entrañable y gustoso a ser un auténtico problema que deriva incluso en problemas de ansiedad.
Esta ansiedad puede conllevar problemas mentales así que por mucho que sea imposible quitar del calendario este período festivo, sí es posible según la psicóloga Blair, evitar adelantar los estragos mentales que acarrea. Por ello, mejor aparcar los villancicos hasta el momento en el que sea inevitable.
Sería conveniente que el estudio de Linda Blair se lo leyeran los centros comerciales y los responsables de los comercios, que en muchas ocasiones ponen la lista de reproducción de los villancicos a mediados de octubre y no deja de sonar hasta las rebajas de Navidad.
Es cierto que está demostrado que escuchar villancicos mientras compras incita a gastar más, pero no menos cierto es que puede saturar a los clientes si se ponen con demasiada antelación, lo que puede tener efectos contraproducentes en las ventas.
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