Mucho se ha escrito sobre el sexo tántrico, tan místico como desconocido para la mayoría de la gente, que empujados por la curiosidad bucean en búsqueda de información acerca de esta disciplina sexual sobre la que no conocen demasiado pese a haber oído tantos mitos alrededor de ella. Por eso, es conveniente empezar por esta guía sobre verdades y mentiras para empezar a conocer de verdad el sexo tántrico.
Verdades
Mejor empezar por lo que sí es verdad, y es que el sexo tántrico, por ejemplo, aboga por la no eyaculación del hombre. No se usa el sexo como descarga sino que se busca un intercambio de energías entre el hombre y la mujer.
También es muy cierto la importancia de las energías, de lo espiritual, en la práctica del sexo tántrico. Para el tantra, la mente es importante, y lo que busca es trabajar esa conexión entre ella, la eyaculación y la respiración, haciendo que aumente el deseo del hombre por la mujer con la que lo practica y no al contrario como suele ocurrir en el sexo tradicional.
Es cierto que no cualquier persona puede practicarlo. No es mito ni una leyenda eso se que escucha de que el aprendizaje puede durar años y es que es necesario aprender un conocimiento y el manejo de la energía a través de la conciencia. La purificación es un término que se usa en esta disciplina y dura años porque requiere un cambio de vida absoluto que parte de la alimentación. Eso sí, no son técnicas muy difíciles. Cualquiera puede aprenderlas, pero sí hay que tener en cuenta que no solo debes conocerlas tú, sino también la persona con la que lo practicas. Es cosa de dos.
Mentiras
Quizá el mayor mito que se ha hecho verdad universal siendo falso es que se cree que el origen es del lejano Oriente, de las religiones hinduista y budista. Y es cierto que el origen está allí, pero es una práctica alejada del sexo, donde éste solo es una representación. Lo que buscan estas religiones con el tantra es la iluminación. Fue en Occidente donde atraídos por estas culturas lejanas, se adoptó para crear una nueva experiencia sexual denominada sexo tántrico. Por lo tanto, no es ninguna práctica antigua de mundos lejanos.
Además, es mentira que con el sexo tántrico el hombre alcance orgasmos más largos. El sexo tántrico busca la conexión total, casi mística, de la pareja, y eso puede producir experiencias muy gratificantes, pero no cambia lo que no se puede cambiar, que es el tiempo que dura un orgasmo masculino.
Hemos hablado en las verdades de que es necesario conocer las técnicas para practicarlo; sin embargo, hay una mentira establecida y es necesario también tener una flexibilidad enorme para poder disfrutarlo. Esto no es verdad, porque el sexo tántrico no incluye posturas tan imposibles como se cree. De hecho, otra mentira es que las posturas no son novedosas; no busca el imposible porque lo importante es la conexión emocional, no tanto las posturas.
Un último mito acerca del sexo tántrico es el que defiende que las personas que lo practican son o muy religiosas o muy promiscuas… o ambas a la vez. Hay que recordar que el sexo tántrico busca lo contrario a la promiscuidad y que como hemos explicado antes no es una disciplina con origen religioso como mucha gente cree. Así que no tiene nada que ver ninguna de las dos cosas. Los practicantes son personas muy variadas con, eso sí, un interés alto por descubrir cosas nuevas y por darle importancia a lo espiritual.