Cuando alguien ansía fortalecer brazos, sueña con unos fornidos bíceps. Ese músculo que se endurece (e hincha de orgullo a su propietario) cuando se hace el gesto típico de “sacar bola”. No es necesario ir a un gimnasio y probar las más avanzadas máquinas para fortalecerlo. Hay un buen número de ejercicios para bíceps que se pueden hacer en casa.
Aquí se listarán cinco, quizás los más comunes. Pero antes, se debe hacer una advertencia (que repetimos con asiduidad) el ejercicio debe ser general, progresivo y afectar a todas las partes del cuerpo. ¿De qué vale tener unos grandes bíceps y el resto del cuerpo flácido? Es decir, hay trabajar todos los músculos, con cabeza y, siempre, siguiendo los dictámenes de algún profesional.
1. Curl de bíceps (1) - Mancuernas
Dentro de los ejercicios para bíceps, puede que este sea el más habitual y típico. Con una mancuerna (si no hay se puede coger una botella, una caja de leche o cualquier otra cosa que sea relativamente manejable –el agarre es importante-), brazos estirados a los lados del cuerpo, se levantan a la vez los dos brazos hasta tocar los hombros. Muy importante poner un peso que se pueda mover: meter más y obligaros a dar un tirón es muy negativo. Y siempre la espalda recta.
2. Curl de bíceps (2) – Concentrado con mancuerna
Otro de los tipos de curl de bíceps es este que haréis sentados, con las piernas separadas y el tronco inclinado hacia delante. Apoyáis una mano en la rodilla, y el otro brazo (el que ahora va a trabajar) estirado con una mancuerna. De nuevo se trata de subir la mancuerna hasta hacer la máxima flexión. Ojo, como siempre, con la espalda.
3. Curl de bíceps (3) – Isométrico
En este se necesita una goma elástica. De pie, la pisáis con ambos pies y agarráis con las manos por los extremos hasta que quede estirada. En esa posición debéis aguantar unos 15 segundos.
4. Fondos
Uno más de los típicos ejercicios para bíceps. En este caso, ni siquiera hacen falta unas mancuernas. Colocáis una silla pegada a la pared. Os ponéis delante de una silla, banco o cualquier otra estructura, siempre que sea segura y no se mueva. De espaldas, apoyáis las manos en el borde con las piernas estiradas o ligeramente dobladas y avanzadas hacia delante (el tronco queda en el medio suspendido) y subís y bajáis. Vuestro propio cuerpo hace de pesa. Muchísimo cuidado con la espalda.
5. Flexiones
Poco hay que decir de este último ejercicio. Con las flexiones se trabaja tríceps, hombro y bíceps. Hay que tener cuidado de mantener el cuerpo recto
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