Históricamente, se ha recomendado estirar antes de entrenar. En el colegio cuando hacíamos Educación Física; en el equipo de fútbol, de baloncesto o del deporte elegido en la infancia… Siempre. Además, se avisaba como algo imprescindible: “Estira, que luego vienen las lesiones”, decía el entrenador o profesor. Pues no, la frase correcta es: “Calienta, que luego vienen las lesiones”. Y no lo digo yo (no me atrevería a cuestionar tamaña creencia), sino la prácticamente totalidad de expertos, entrenadores, deportistas profesionales, etcétera. Tras muchos estudios, se ha llegado a la conclusión de que no es bueno estirar antes de entrenar –pero es imprescindible hacerlo después–. ¿Por qué? Entre otras cosas por estos cinco peligros de estirar demasiado.
1. Lesiones
Sí, al contrario de lo que siempre se ha creído, estirar antes del entrenamiento hace que seas más vulnerable a las lesiones, es decir, no solo no las previene, sino que las puede llegar a facilitar. Varios son los motivos que se exponen en lo dicho y publicado por estudiosos del asunto: a grandes rasgos, el motivo es que si sometes, en frío, al músculo a un estiramiento intenso, puedes provocar una rotura muscular. Los estiramientos tradicionales ‘estresan’ el músculo, y eso es lo último que queremos antes de hacer ejercicio. Es el principal de los peligros de estirar demasiado.
2. No es calentar
Estirar no es calentar. Antes de entrenar (ya sea correr, montar en bici, nadar o ejercitarse en el gimnasio) hay que calentar la musculatura; para ello, lo mejor es hacer movilidad articular, es decir, una actividad de baja intensidad que busca activar la musculatura, simplemente eso.
3. Disminución de la fuerza
The Journal of Strength Conditioning e Investigation publicó un estudio (corroborado por otro de la Universidad de Zagreb) en el que se aseguraba que uno de los riesgos de estirar antes de entrenar es que se perdía hasta un 5 % de fuerza.
4. Menos potencia
Otro de los peligros de estirar demasiado (quizás no tanto peligro, como sí contraindicación) es que también puede provocar la disminución de la potencia: hasta un 2 % a tenor de lo explicado en el antedicho estudio del centro universitario croata.
5. Baja la resistencia
Y para completar el trío de pérdidas, también la resistencia se ve resentida. En este caso (dice el informe de la Universidad de Zagreb) porque estirar disminuye la capacidad de los músculos para guardar energía.
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