Dedicarnos a mirar el móvil más que a entrenar es algo habitual en el gimnasio (IStock)
Si no vamos al gimnasio un par de días, no es problema. Es más, muchas veces puede venir bien, ya que supondrá un descanso para nuestros músculos. Pero es más habitual ir alargando la pereza y dejar de ir durante semanas o incluso meses. En esos casos, nuestros entrenamientos probablemente habrán servido de más bien poco.
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