Las consecuencias de las noches de fiesta, las sobremesas de chiringuito y barbacoas varias. Al llegar a casa nos damos cuenta de que todo aquello que nos costó meses de gimnasio conseguir y rebajar se ha convertido en pasado.
La solución para esta crisis existencial es bien sencilla, volver a coger nuestra rutina de gimnasio y deporte. Sin embargo, no siempre es tan sencillo y muchas veces necesitamos un incentivo extra para evitar engañarnos a nosotros mismos y vencer a las excusas. Así que toma nota de nuestros métodos infalibles y empieza ya mismo:
1. Ponte metas
Para poder seguir tus progresos y ver que el gimnasio realmente te está funcionando es básico que te pongas objetivos razonables. Puede ser peso, número de repeticiones, volumen de las mismas...¡lo que quieras! A todos nos gusta ver como vamos avanzando, te motivará a seguir esforzándote más.
2. Cuanto más cerca mejor
Es muy importante que tengas el gimnasio cerca de casa. Te parecerá que no pero sumar quince minutos de ida y quince de vuelta te acabará quitando las pocas ganas que tenías.
3. Haz tu propia lista de música
Todos los gimnasios tienen puesta la radio a todo volumen sí, pero si llevamos nuestra propia música todo será de nuestro gusto y no podemos quejarnos de que no nos gusta el ambiente.
4. Ten presentes las cosas del gimnasio
En tu cuarto, en la oficina, en el móvil...Es conveniente tener un detalle que nos recuerde que el gimnasio está ahí y que lo necesitamos nosotros más a él que él a nosotros. Los guantes, la botella de agua, la alarma para recordarnos que hoy toca...¡a tu gusto!
5. Intenta ir con amigos
La presión de grupo funciona para casi todo. Consigue que tus amigos se apunten a tu mismo gimnasio, comparar vuestros avances, picaos entre vosotros...¡No hay nada mejor que competir entre amigos!
Y si todo esto falla...¡Recuerda el pastizal que te está costando estar apuntado al gimnasio!
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