Toda la vida para aprender eso de que el orden de los factores no altera el producto, y resulta que sí. Al menos en lo que se refiere al entrenamiento tendente a perder peso. Siempre que de quitar kilos se trata, en esta web se aconseja consultar con un profesional: porque no consiste en elegir unos cuantos ejercicios y hacerlos sin orden ni concierto; hay que saber cuáles son los más oportunos y cuáles debes hacer primero.
Para empezar, una muy sucinta explicación del uso de la energía que hace el organismo cuando se realiza una actividad física: en primer lugar se gasta el glucógeno, la energía anaeróbica. Es la que da explosividad y no dura demasiado. Posteriormente, se recurre a las grasas, energía aeróbica.
1. Calentamiento
Es imprescindible realizar un buen calentamiento anterior al comienzo del entrenamiento, ya sea el objetivo perder peso o cualquier otro. Aunque estés deseando sudar, esta fase es tan importantes –o más– que las posteriores. Haz una rutina de movilidad articular previa al entrenamiento y, después, dedica los primeros 10 minutos del cardio a entrar en calor.
2. Cardio
Los ejercicios cardiovasculares son los primeros –y más efectivos– para perder peso. Correr, pedalear, natación, remo… elije el que más te guste. Siempre se ha dicho que para comenzar a quemar hay que estar, como mínimo, 30 minutos. Y así es aproximadamente. Si se dedica al menos ese tiempo al entreno de cardio, conseguirás que se gaste la reserva de glucógeno y se acceda a las grasas.
3. Pesas
Bajo el epígrafe general de pesas se incluyen todo tipo de ejercicios multiarticulares: dominadas, press de banca, sentadillas. Si lo haces después del cardio, se usará directamente la energía de las grasas y estarás consumiendo.
4. Vuelta a la calma
Cuando termines con las pesas, deberías hacer otros diez minutos en la cinta o la bicicleta para retomar la calma. Si es en la cinta, tienes que acabar andando.