Todos sabemos a estas alturas la importancia capital del desayuno en nuestras dietas para afrontar con garantías el día; pero tan cierto es eso como la necesidad de llevarlo a cabo de la manera más saludable posible. Te demostramos con estas 5 propuestas de desayunos sanos puede seguir siendo el mayor placer del mundo:
1. Porridge
Las gachas de avena son un desayuno al alcance de cualquiera, da igual tu destreza en los fogones. Es un plato rico, rápido y saludable. De origen celta, exportado desde Gran Bretaña, consiste en cocer copos de avena en leche desnatada (otras opciones son bebidas de avena, almendras, avellanas o incluso en agua) durante 5 minutos aproximadamente.
La clave es no parar de remover la mezcla e ir añadiendo más líquido o más cereal en función de la textura que uno prefiera. Una vez terminado, se le pueden añadir toda clase de frutas y otros alimentos como la miel o especies como la canela.
2. Tostadas de pan integral o cereales con tomate natural y zumo de naranja
Un clásico de la gastronomía española. Favorito de muchos, no por ello menos sano. Un buen pan integral, de semillas o cereales, con un tomate natural sin aditivos y un buen vaso de zumo de naranja recién exprimido sin añadirle azúcar. No se puede pedir más.
Incluso se puede incorporar un chorrito pequeño de aceite de oliva virgen extra. Sin abusar de él, el aceite virgen extra es un alimento espectacular. Si queréis darle una vuelta al sabor del clásico pan con tomate catalán, probad a poner el chorrito de AOVE sobre el pan, antes del tomate.
3. Yogurt desnatado con cereales y fruta
Un plato que nunca falla, que tiene una versatilidad tan grande que puede ser el desayuno sano perfecto y también una exquisita cena o una suculenta merienda. En la primera comida del día es ideal por todos los nutrientes que nos aporta el yogurt mezclado con copos de nuestro cereal favorito y por supuesto las frutas con las que lo acompañemos. Más allá de las frutas clásicas, otras más exóticas como el kiwi o el mango combinan a la perfección.
4. Smoothies
Para aquellos a los que les cuesta tomar algo sólido recién levantados y que no consiguen incorporar al desayuno dentro de su rutina diaria. Nada más sano que licuar varias piezas de fruta fresca y hortalizas al gusto de cada uno.
No puedes fallar prácticamente con ninguno; desde la clásica pero exitosa combinación de fresa y plátano a otros mucho más complejos en cuanto al sabor y por lo tanto más variados y completos que incluyen por ejemplo zanahoria.
Es indispensable evitar el azúcar añadido y si usamos leche que sea desnatada. Un poquito de hielo, sobre todo verano, es ideal para conseguir una textura mejor y una temperatura muy refrescante.
5. Tortitas de avena y plátano
Un plato dulce reversionado para convertirlo en un saludable desayuno. Evitamos la mantequilla y el azúcar de la receta clásica. Bate un huevo mezclado con copos de avena y un plátano y utiliza, eso sí, un pequeño chorro de aceite de oliva virgen extra antes de hacerlas en la sartén ya que podrían pegarse.
También puedes probar la versión sin huevo. Se las puede acompañar con unos frutos rojos, dependiendo de la temporada en la que nos encontremos; el fresón por ejemplo es ideal. Sin abusar, la miel también aporta un toque muy rico.
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