Tener una vida sexual satisfactoria es algo que todos deseamos pero hay más factores que afectan más allá las ganas y el deseo. El estrés y las emociones pueden causar impotencia, disfunción eréctil o eyaculación precoz, trastornos que afectan tanto al hombre como a su pareja, pero también la alimentación puede convertirse en un enemigo de la libido. Repasamos los alimentos que amenazan la vida sexual:
1. Azúcar refinado
Está suficientemente demostrado que el azúcar refinado es uno de los grandes enemigos del organismo y especialmente para la vida sexual. Si los niveles de glucosa son muy altos provocarán que disminuya el deseo sexual ya que provocan daños en los nervios, el tejido eréctil y los vasos sanguíneos del pene.
2. Edulcorantes artificiales
También los edulcorantes artificiales, sobre todo aquellos que contienen por aspartamo, porque inhiben la formación de serotonina, lo que provoca la aparición de dolor de cabeza, depresión, irritabilidad, ansiedad, insomnio… En decir, disminuye la sensación de bienestar y con ello la libido. Además, este tipo de edulcorantes también impiden la producción de dopamina, un neurotransmisor necesario para una conducta sexual normal. Por lo tanto es mejor optar por edulcorantes naturales como la miel, la estevia, el agave…
3. Patatas
Un consumo excesivo de patatas, tanto hervidas como en puré, fritas o asadas, pueden causar impotencia sexual porque producen problemas circulatorios, aunque su presencia en la dieta es necesaria en la dosis adecuadas y evitando siempre las patatas fritas.
4. Soja
La soja y sus derivados tiene multitud de nutrientes beneficiosos para muchos otros aspectos de la salud, pero su alto contenido en isoflavonas hace que suban los niveles de estrógenos y bajen los de testosterona, por lo que hace que disminuya la libido.
5. Comida basura
Las grasas, el exceso de calorías, sales, sodio, colesterol, etc… de las comidas procesadas, fritos, productos envasados industriales provocan aumento de peso y obesidad. Estas sustancias provocan desequilibrios hormonales, obstruyen las arterias y pueden alterar los niveles de azúcar en la sangre, provocando sensación de pesadez y somnolencia que interfieren con el deseo sexual. Además los altos niveles de sodio suben la presión arterial, impidiendo que los genitales reciban el flujo sanguíneo necesario para su funcionamiento óptimo.
6. Alcohol
De sobra es sabido que el alcohol desinhibe y, aparentemente, despierta el apetito sexual sin embargo, a la hora de la verdad un exceso de alcohol ralentiza el sistema nervioso central y puede tener efectos adversos como disfunción eréctil, dificultades para alcanzar el orgasmo o todo lo contrario, eyaculación precoz. Además, y aunque una copa de vez en cuando no tiene efectos dañinos en la vida sexual, el consumo excesivo y continuado de alcohol disminuye los niveles de vitamina A, que produce esterilidad.
7. Café
Aunque mejora las erecciones, el café reduce la producción de cortisol, la hormona que elimina el estrés que es la encargada de activar el deseo sexual.
8. Ajo y cebolla
Sus efectos son inmediatos pero también reversibles. Comer ajo y cebolla deja una huella imposible de disimular en el aliento y se esparcirá por los poros de la piel a través del sudor, lo que alejará a la pareja y probablemente elimine cualquier posibilidad de encuentro sexual. Así que, si se prevé un posible acercamiento sexual, es mejor evitar estos condimentos y dejarlo para otra ocasión.
9. Carne roja
Las carnes rojas provocan falta de deseo sexual, eyaculación precoz y otros problemas en la vida sexual ya que, en grandes cantidades, pueden producir desequilibrios hormonales.
10. Bebidas gaseosas:
Según un estudio del Instituto Nacional de la Salud estadounidense, los refrescos azucarados pueden predisponer hacia la depresión y afectar al apetito sexual. Por otro lado, investigaciones científicas publicadas en The New England Journal of Medicine afirman que su excesiva presencia en la dieta aumentan el riesgo de padecer obesidad, deshidratación, pérdida ósea y diabetes que, como ya hemos dicho anteriormente, provoca daños en los genitales masculinos.