Existen alimentos, los "alimentos fit" que facilitan la absorción de los nutrientes adecuados por el cuerpo para aguantar el ejercicio y, además, lograr beneficios adicionales, como unos músculos reparados y en mejor estado.
Ponerse en forma es uno de los objetivos principales cuando empieza el nuevo curso, al inicio de un nuevo año, antes de la Semana Santa o en primavera de cara a lucir un six-pack perfecto, un estómago plano y en general un cuerpo de escándalo. Al final, la “operación fit” se extiende durante todo el año, especialmente por el auge del estilo de vida saludable. El ejercicio es, por supuesto, el eje central de esta puesta a punto, pero no debe ir en solitario: los alimentos pueden condicionar todos esfuerzos en materia de fitness, e incluso lograr que se consigan antes. Pero… ¿cuáles son esos “alimentos fit” para conseguir el cuerpo que deseas:
1. Avena
La fobia al hidrato de carbono no tiene razón de ser cuando se trata de fitness: los carbohidratos de lenta absorción ayudan a mantener de manera constante la energía durante las sesiones de ejercicio. La avena es el carbohidrato estrella: su contenido en glucógeno es fundamental para ayudar a nuestra resistencia.
2. Café
Según la Sociedad Internacional de Nutrición en el Deporte, la cafeína aumenta los niveles de adrenalina generando una mayor predisposición y motivación para hacer ejercicio. Durante la práctica, favorece la contracción muscular, aliviando la sensación de cansancio y aumenta el rendimiento deportivo. La cafeína, además, acelera la recuperación y reduce el dolor muscular después del entrenamiento hasta en un 48%.
3. Pasas
Las pasas pueden resultar tan nutritivas como una bebida deportiva. En un estudio, distintos atletas consumieron ambos productos antes de enfrentarse a una sesión intensiva de bicicleta: aquellos que consumieron pasas ayudaron a su metabolismo a quemar más grasas durante el entrenamiento. Además, su contenido en potasio ayuda frente a los calambres, y a mantener la hidratación.
4. Leche
El consumo de lácteos pre y post-workout se convierte en una parte de la rutina tan esencial como estirar o llevar calzado adecuado. ¿Por qué? Por la presencia de proteínas de rápida y lenta absorción para tonificar los músculos, como la caseína y el suero; por su capacidad de hidratación; y porque, si se trata de lácteos sin lactosa, ayudan a regular la digestión asegurando que el ejercicio se realiza al 100% de nuestras facultades.
5. Zumo de tomate
Otro firme competidor de las bebidas energéticas, según recientes estudios que se centran en maneras de ayudar al cuerpo a recuperarse tras rutinas de ejercicio intensas. Los tomates contienen nutrientes fundamentales para la recuperación del músculo, y la forma líquida de ingerirlo ayuda al azúcar en sangre a recuperar sus niveles habituales.
Los expertos de Kaiku Sin Lactosa recomiendan incorporar estos alimentos en la dieta diaria para que, combinado con el ejercicio, los músculos se desarrollen de una forma más saludable y el entrenamiento ofrezca mejores resultados.
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