Alternativas a tus bebidas favoritas que no engordan

Muchas veces puede parecer que, a pesar de llevar una alimentación saludable y equilibrada sin excesos, no consigues perder peso o incluso sigues engordando. Puede que el error esté en esa bebida que te vuelve loco y que siempre tomas de manera inconsciente, ya que hay bebidas que, a pesar de su apariencia inocua, pueden contener muchas calorías y azucares añadidos como los batidos, los zumos envasados, smoothies… pero también el vino, la cerveza, ciertos refrescos y, por supuesto, los combinados hechos con los diferentes licores. Pero tenemos la solución y te mostramos bebidas alternativas que no engordan.

No significa que no se puedan tomar nunca sino que es necesario moderar su consumo, por lo que te damos algunas alternativas deliciosas que puedes tomar y que no engordan y que seguramente acaben convirtiéndose en tu nueva bebida favorita.

Las bebidas alternativas que no engordan y que menos calorías aportan son el agua, el té y las infusiones, las gaseosas, refrescos sin azúcar y el café pero te proponemos formas más divertidas de prepararlas y tomarlas:

1. Aguas infusionadas de frutas

Preparar agua infusionada es sencillo y el resultado es delicioso y nada calórico, además de saludable. Sólo hay que añadir al agua las frutas que queramos y dejarlas infusionar durante un par de horas. Luego se puede tomar la fruta aparte o guardarla para hacer un zumo más tarde. También podemos agregarle hielo picado y tenemos un refrescante granizado. 

Lo ideal es preparar un litro o dos y dejarlo en la nevera, así estará siempre a mano para cuando entre la sed o apetezca un refresco, que también se puede llevar en un termo pequeño para ir tomando por la calle.

Entre las muchas posibles combinaciones, proponemos varias:

• Agua de limón, pepino y menta, con 4 rodajas de limón, 2 rodajas de pepino y 4 hojas de menta fresca en medio litro de agua, que es desintoxicante y adelgazante.
  Agua de coco con media taza de agua de coco, 2 cucharadas de limón exprimido, 2 cucharadas de zumo de aloe vera y medio litro de agua, que es muy digestiva y depurativa, además sirve para reducir la inflamación.
• Agua de manzana y canela: Con una rodaja de manzana y dos palitos de canela se consigue un agua de manzana y canela que acelera el metabolismo, por lo que este agua ayuda a quemar grasa más rápidamente.
• Agua de sandía con unos trozos de sandía, un litro y medio de agua fresca, unas ramitas de menta o hierbabuena, un limón y el zumo de otro limón exprimido. Se corta la sandía en cubos y se mete en una jarra grande, se añade un limón en gajos y el zumo del otro así como las hojas de menta o hierbabuena.Luego se cubre todo con el agua y se deja infusionar durante algunas horas. Se puede beber con la fruta dentro o colada y hacer un batido con la fruta. Gracias a las propiedades diuréticas, este agua es muy buena para limpiar los riñones y, gracias a la citrulina que contiene, es ideal para depurar el hígado así como el limón, que también es un importante quemagrasas.

2. Tés helados

Otra de las bebidas alternativas que no engordan son los tés helados. Con cualquiera de las variedades de té se puede conseguir una bebida rica y nada calórica, especialmente con el té verde que, además, es antioxidante natural que favorece la quema de calorías. Sólo hay que hervir agua y añadir varias bolsitas de té y dejar reposar.

Es importante no añadir azúcar aunque si sabe demasiado amargo se pueda utilizar un poco de stevia o echar unas rodajitas de limón y servir con unas hojitas de menta. Se puede tomar en caliente, llevarlo en un termo para ir disfrutándolo a lo largo de la jornada o dejarlo enfriando en la nevera para cuando apetezca una bebida refrescante.

3. Infusiones con hielo

Aunque puedan parecer aburridas, se puedan hacer divertidas infusiones de hierbas que nada tienen que envidiar a los refrescos más apetitosos. Una opción es preparar tila y echarle unos hielos, parecerá que nos estamos un trago largo de lo más atractivo además de sano y muy muy dulce (aunque si para alguno no está lo suficientemente dulce por sí mismo se puede agregar un poco de stevia).

Con unas hojitas de menta le daremos un toque muy exótico y con unas gotitas de limón será muy refrescante. También se puede hacer con manzanilla, pomelo, etc… Y una opción muy original es preparar una infusión con unas ramitas de lavanda, se cuela y se sirve frío con unas gotas de limón y una cucharadita sirope de agave o de arce.

4. Leches vegetales caseras

Aunque la leche es muy saludable y un vaso de leche de vez en cuando o en el desayuno es un alimento necesario, cuando de refrescarse se trata hay otras opciones mucho más ligeras, vegetales y que, además, se pueden preparar en casa.

Se trata de la leche de avena y de la leche de almendras, que resultan ideales para tomar sin peligro a engordar. Sólo hay que echar en la licuadora tres tazas de agua, una taza de almendras enteras que se han puesto en remojo la noche anterior -escurrirlas antes de echarlas a la licuadora- y una cucharadita de extracto de vainilla orgánica (aunque esto es opcional pero le da un sabor muy agradable sin aportar prácticamente calorías).

Se bate la mezcla muy bien, se cuela, se añade una ramita de canela -que también ayuda a que se conserve mejor- y se sirve, aunque también se puede guardar en la nevera en un tarro de cristal. Para preparar la leche de avena sólo hay que echar seis cucharadas de avena y un litro de agua en una licuadora, pasarlo bien y colarlo. Si su sabor resulta un poco amargo se puede añadir un poco de stevia o una cucharadita de miel. La avena es mucho más digestiva que la leche animal y, además, es una de las mejores fuentes de fibra.

5. Café solo

Aunque tampoco es muy recomendable tomar mucho café al día, con él se puede hacer una deliciosa y refrescante bebida. Sólo hay que hacer una buena jarra de café y añadirle hielo (y stevia para endulzarlo) pero también, para que sea más sano y no afecte al sueño o la tensión arterial, se puede utilizar café descafeinado o, incluso el café, que ayuda a perder peso. Si picamos hielo en la licuadora y se lo echamos al café se obtiene un café frappé mucho más atractivo.

6. Zumos naturales

Los zumos también pueden ser bebidas alternativas que no engordan siempre y cuando sean naturales ya que los zumos industriales contienen grandes cantidades de azúcares que los hacen bastante calóricos. En cualquier caso hay que tener en cuenta que la cantidad de fruta que contiene un zumo puede ser mucho más que la cantidad diaria por lo que hay que ser prudentes en su consumo.

Para que no engorden hay que tener en cuenta qué fruta vamos a licuar, para hacerlos con las frutas que menos engordan  como la piña, que es diurética y activa el metabolismo, las fresas, que ayudan a eliminar toxinas y a desinflamar el vientre, o la sandía, que es un adelgazante natural. 

Dentro de las opciones que se encuentran ya preparadas en las tiendas:

1. Agua con gas, con cero calorías y cada vez se encuentran más variedades: con sabor a limón, manzana, cítricos, menta… (ojo, hay que comprobar que son aguas con gas con sabor a y no con zumo de), a las que se puede añadir una rodaja de limón o lima o una ramita de canela

2. Gaseosa es un excelente refresco con cero calorías que, además, se encuentra ya en casi todos los bares y establecimientos. Si se añade unas rodajitas de limón y se sirve en una copa de balón o vaso de sidra puede pasar por un excelente combinado y no te dará la sensación de estar tomando un simple refresco.

3. Refrescos light o zero: no tienen calorías ni azucares artificiales por lo que no engordan y los tienen en todas partes, sin embargo tienen muchos químicos en su elaboración.

4. Bitter kas: El famoso refresco rojo para tomar de aperitivo es una bebida con un toque amargo que con una rodaja de limón ácido es la alternativa perfecta a un refresco azucarado y sólo tiene 30 calorías.

¿Qué te han parecido estas bebidas alternativas que no engordan? Aunque algunas de estas bebidas pueden tener más calorías que otras alcohólicas, también hay que tener en cuenta el resto de nutrientes ya que no es lo mismo 100 calorías vacías de nutrientes, como en el caso del alcohol, que 100 calorías llenas de nutrientes provenientes de frutas, hierbas o vegetales.