La división entre desayuno, comida y cena ya es cosa del pasado para casi todo el mundo: el snacking - más conocido por el picoteo entre horas- es una tendencia que llegó para quedarse y que, como casi todos los aspectos relacionados con la rutina, es influido por las modas. Cronuts, crudités, polos artesanales y los célebres green smoothies han conquistado el trono del snacking por riguroso turno y con las redes sociales como principal testigo. Una tendencia en alza, y que tiene lugar, en muchos casos, en la oficina: hasta un 61% de la población, según la American Dietetic Association, practican el snacking desde su puesto de trabajo.
Ahora bien: ¿cómo asegurar que hacemos un picoteo manera adecuada y saludable? Éstas son algunas claves para realizar un picoteo saludable:
1. Puente entre comidas
Los expertos en lácteos de Kaiku Sin Lactosa aseguran que comer entre horas ya no está mal visto: el snacking es una tendencia saludable… si se practica bien. ¿Qué condiciones debe cumplir? Los snacks deben contener nutrientes que el cuerpo necesita, servir como puente entre comida y comida, e incluir proteína y fibra.
2. Diferenciar entre hambre y apetito
Además, explica que, en inglés, la diferencia está clara: un snack y un treat no tienen nada que ver. El primero es un pequeño bocado que alivia el hambre entre las comidas y el segundo es un capricho que no ofrece los beneficios nutricionales de un snack, y se orienta a calmar antojos puntuales. La clave para el snacking saludable reside en no sucumbir ante el antojo y saber distinguirlo del hambre.
3. Snacks saludables a la vista
Distintos estudios de la British Nutrition Foundation demuestran que somos más susceptibles de consumir snacks saludables si los tenemos a la vista: poniendo fruta en un frutero en vez de en el frigorífico o dejando un yogur en la mesa al llegar al trabajo es más probable que optemos por ese snack en vez de otro que no tengamos a la vista o a mano. Los caprichos deben guardarse en sitios que no sean fácilmente accesibles y guardados en porciones individuales para evitar comer del paquete o la bolsa grande sin controlar la cantidad.
4. Cada tres horas y media
Los nutricionistas coinciden en que es recomendable comer entre tres y tres horas y media entre comida y comida para que el cuerpo tenga la sensación de saciedad y no llegar a la siguiente comida con más hambre (y ansiedad) de la necesaria.
5. Evitar las calorías vacías
Hay que ser muy consciente de que hay alimentos o aperitivos que contienen muchas calorías y su aporte nutricional es inexistente, como la bollería industrial, gominolas, chips, bebidas alcohólicas, etc… Lo ideal es lograr el balance ideal entre fibra, proteína, y grasas y carbohidratos saludables. Los snacks más recomendables son la fruta, un puñadito de frutos secos un par de veces a la semana, crudités con salsa de yogur, y lácteos sin lactosa para favorecer, además, una buena digestión “entre horas”, un yogur con un poquito de muesli y/o fruta.
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