Llevamos años pasando olímpicamente de la ristra de números y letras que aparecen en la parte exterior de la cáscara de los huevos, ¿verdad? Nos parecía algo así como un código de barras y no nos imaginábamos que en él está toda la información referente al origen del huevo en cuestión.
La preocupación por la mejora medioambiental y por supuesto por la de la alimentación, ha hecho que detalles como este código pasen a ser leído por muchos consumidores de huevos. En él, además del número concreto de la granja del que vienen, viene incluido un número en concreto que especifica a qué clase de huevos pertenece esa producción.
Para saber primero la procedencia del huevo hay que mirar exclusivamente la primera cifra que viene en ese código grabado en la cáscara del huevo. Pueden ser el 0, el 1, el 2 o el 3. Por lo tanto, hay 4 clases de huevos según su procedencia.
El 0 significa que el huevo es de procedencia ecológica, es decir, tienen que cumplir las granjas que los producen unas normas específicas marcadas por la UE, entre otras cosas alimentar a las gallinas con pienso procedente de producciones ecológicas.
El 1 hace referencia a las gallinas camperas. Las granjas donde viven tienen naves donde campan a sus anchas pero también corrales exteriores por el que se mueven los animales con libertad.
El 2 son huevos de gallinas criadas en suelo, cuyas condiciones de vida son de libertad dentro de un espacio cerrado en el que pueden moverse a sus anchas. Generalmente grandes naves en las que tienen diferentes espacios. Además, no pueden tener estas granjas más de 9 gallinas por metro cuadrado de superficie utilizable.
El 3 son los huevos de gallinas encerradas en jaulas. Muy perseguidos en estos momentos por buena parte de la comunidad que defiende los derechos de los animales y también por parte de la comunidad gastronómica y alimenticia. Son gallinas encerradas en grandes jaulas como su propio nombre indica.
Además, es posible que te hayas fijado en que se venden huevos marcados por tallas, como ocurre en la ropa. Estos huevos pueden ser de cualquiera de las cuatro clasificaciones anteriores porque en este caso es el peso el que marca la clase de huevo que es:
S: menos de 53 gramos el peso medio del huevo.
M: entre 53 y 63 gramos.
L: entre 63 gramos y 73 de tamaño medio del huevo.
XL: más de 73 gramos.
Por lo tanto hay dos clasificaciones para cada tipo de huevos, una en base al origen de las gallinas que los ponen y otra complementaria que viene definida por su tamaño.