Según su definición oficial, el flexitarianismo -término que procede de la unión de flexibilidad y vegetarianismo- es la práctica de ser «flexible» en la forma en que se alimenta una persona, especialmente en el caso de los vegetarianos, y ha llegado a convertirse en los últimos diez años en una dieta, en el sentido de plan de alimentación, en sí misma que permite al flexívoro llevar un estilo de vida vegetariano pero consumir de forma ocasional alimentos de origen animal (mariscos, pescados, aves y carnes). Es precisamente la frecuencia con la que se toma el alimento animal lo que define al flexitariano. De hecho, así definió la American Dialect Society en 2003, como «un vegetariano que ocasionalmente come carne», y la eligió una de las palabras más útiles del año.
Según diversos estudios llevados a cabo en Estados Unidos, donde esta corriente de vegetarianismo lleva más tiempo implantada, 2 de cada 3 vegetarianos consumen ocasionalmente algún producto de origen animal con la diferencia de que el flexívoro lo hace de manera normal, sin que constituya una transgresión a su modelo de dieta ni un trauma, mientras que para el vegetariano constituye una ruptura traumática de su modelo de alimentación.
Está demostrado que tomar mucha más carne que frutas y verduras puede llevar a acarrear problemas del corazón y otro tipo de enfermedades por lo que las razones que pueden llevar a una persona a llevar una alimentación vegetariana pueden ser, además de razones ideológicas, la búsqueda de una forma de alimentación más sana, natural y sostenible, lo acaban encontrando en el flexitarianismo ya que una dieta basada en el consumo de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y productos de origen vegetal es mucho más saludable por la mayor ingestión de fibra y menos grasas saturadas. Así el este sistema de alimentación favorece la reducción de los niveles de colesterol y triglicéridos, baja la presión arterial y el riesgo cardiovascular, es cardioprotectora, además de proteger contra determinados tipos de cáncer, por ejemplo el de colon, es beneficioso para el estado físico y mental, permite un mejor control de peso y prolonga la vida pero todo gracias a la unión de los beneficios del consumo de vegetales con los nutrientes del pescado como los ácidos grasos Omega 3 y la carne que aporta proteínas de alta calidad y vitamina B12, necesarias en pequeñas cantidades para controlar las posibles carencias que la dieta vegetariana puede causar como la de vitaminas del grupo B.
Al eliminar el consumo excesivo de grasas de la alimentación, el flexívoro se beneficia de una serie de ventajas que pasan por una bajada de peso controlada, reducción del colesterol pero también en el terreno social le aporta el beneficio de poder ir tranquilamente a comer a casa de amigos o restaurantes que no siempre cuentan con una opción vegetariana y no vivir la ingestión de alimentos de origen animal como una experiencia traumática.
1. Apta para todos:
Gracias precisamente a su flexibilidad, es un sistema de alimentación que pueden seguir tanto adultos como niños, ya que es una forma de vida saludable en la que la proteína animal se consume en la justa medida.
2. Beneficios para el cuerpo:
El flexívoro consume gran cantidad de fibra, carbohidratos buenos y antioxidantes que favorecen el aumento de la esperanza de vida además de que mejora el estado de la piel y fortalece el pelo y las uñas más fuertes.
3. Ventajas para la salud:
El consumo excesivo de carnes rojas aumenta el riesgo de cáncer, infarto y otras dolencias cardiovasculares según un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard por lo que una dieta basada en el consumo de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y productos de origen vegetal y el consumo ocasional de proteína animal protege contra algunos tipos de cáncer.
4. Control del peso:
Una alimentación mayormente vegetal con un consumo puntual de carne permite controlar el peso y mantener un índice de masa corporal saludable en el tiempo.
5. Responsable con el medio ambiente:
La producción de alimentos vegetales requiere menos recursos dañinos para medio ambiente que el cultivo de plantas.
6. Ahorro económico:
La carne y el pescado tienen precios mucho más elevados que los vegetales y se puede llegar a reducir el coste de la cesta de la compra hasta un 60%. Además, al comprar carne y pescado de forma esporádica, el flexitariano podrá acceder a productos de mejor calidad más saludable.
7. Socialmente llevadera:
Los vegetarianos y veganos tienen más dificultades a la hora de seguir una alimentación tan estricta y debe tener un alto autocontrol además de que no siempre encontrará opciones vegetarianas cuando hace planes con amigos fuera de casa. El flexitarianismo elimina esa dificultad así como la ansiedad que puede generar eliminar radicalmente la proteína animal.