Es muy probable que hayas oído una creencia generalizada en torno a los alimentos picantes y su poder para adelgazar. Quizá le hayas dado veracidad plena o en cambio no te lo has creído. Como muchos otros mitos, la clave está en abrirlos, investigarlos y razonarlos desde el término medio. Es obvio que unos jalapeños no adelgazan, es decir, el picante no afecta a la báscula de manera natural, pero sí puede hacerlo de manera indirecta.
Hay estudios de Universidades como la de Maastricht en Países Bajos que han tratado de relacionar la capacidad de los alimentos picantes con el adelgazamiento. Estos estudios afirman que este tipo de ingredientes como el tabasco, el chile o la guindilla, contienen capsaicina, un componente activo que podría actuar como quemagrasas natural. Lo que haría la capsaicina para ello es inhibir la proliferación de células grasas.
Por otro lado, hay razones que apoyan esta creencia popular; concretamente el hecho de que gastamos más calorías cuando ingerimos picante. Esto se debe a que aumenta nuestra temperatura corporal como reacción a estos ingredientes, de modo que aumenta también el gasto, si bien, obviamente, no es un gasto muy destacable y no sustituye a una hora de ejercicio físico.
En cualquier caso, lo que sí está totalmente demostrada la acción indirecta de los ingredientes picantes en la dieta por su efecto saciante. Siempre hablando en términos generales y sin abusar de ellos por supuesto, porque son agresivos e irritantes para los mamíferos. La saciedad que se siente con estos ingredientes viene dada también por la capsaicina, que provoca la síntesis de una hormona situada en el intestino delgado, la colecistoquinina, capaz de regular en cierto modo el apetito.
Este proceso es el que provoca la sensación de saciedad cuando incorporamos alimentos picantes a los platos, de manera que ayuda a no alimentarte de productos pesados y grasos, y éste es por lo tanto el verdadero motivo de que comer picante pueda ayudar a adelgazar, aunque como hemos dicho no hay que volverse loco con el picante porque no es saludable abusar de él y porque en cualquier caso no va a permitir que pierdas 15 kilos.