Los esteroides anabolizantes son sustancias que favorecen el crecimiento de los tejidos y, aunque el cuerpo los produce de forma natural (como los producidos por los testículos y las glándulas suprarrenales) para satisfacer las necesidades normales del crecimiento humano, son muchos los deportistas que los utilizan en grandes cantidades para hipertrofiar la musculatura, aumentar masa muscular, mejorar su rendimiento e incrementar la capacidad de almacenamiento de energía, no siempre de forma legal.
Según explica la National Institute on Drug Abuse (NIH) de Estados Unidos, estas sustancias se pueden tomar por vía oral, inyectándoselas en el músculo o aplicándolas en la piel en forma de crema o gel siguiendo ciclos semanales o mensuales durante un determinado espacio de tiempo dejando de tomarlos por otro período para luego comenzar nuevamente. Los esteroides provocan adicción progresivamente y dejar de consumirlos se convierte en una tarea difícil cuando se han utilizado de forma habitual durante un tiempo. El uso, no sólo el abuso, puede suponer grandes riesgos para la salud que van desde el daño hepático, insuficiencia renal, problemas cardiovasculares así como de conducta creando agresividad, delirios, etc…
Estos son algunos de los peligros que conlleva el uso de esteroides:
1. Trastornos de conducta
Las alteraciones emociones se hacen patentes en cambios de humor repentinos, delirios, episodios violentos sin causa alguna, alteraciones en el juicio, sentimiento de invencibilidad y pensamientos negativos generalizados. Además se producen síntomas maniacos y problemas psiquiátricos que pasan por depresión o apatía.
2. Cambios físicos
La utilización de esteroides provoca alteraciones en el físico tanto en hombres como mujeres, el más claro es la aparición de acné, no sólo en la cara, sino también en brazos, espalda y pecho o la ictericia por la que la piel adquiere un tono amarillento. En los hombres, produce calvicie y un desarrollo anormal de los senos mientras que en las mujeres provoca masculinización por la aparición de vello facial, aumento del clítoris, agravamiento de la voz, calvicie, desaparición de los senos, la piel se vuelve áspera, etc… En la pubertad, los esteroides hacen que el crecimiento se detenga.
3. Problemas hormonales
Los esteroides interfieren en la producción de hormonas y disminuye la producción de espermatozoides, lo que provoca el encogimiento de los testículos (atrofia testicular), además de convertirse en un gran factor de riesgo de infertilidad. En el caso de las mujeres, las alteraciones hormonales provocan las alteraciones del ciclo menstrual.
4. Enfermedades cardiovasculares
El consumo de esteroides provoca que se alteren los niveles de las lipoproteínas que llevan el colesterol en la sangre, aumentando el del LDL (colesterol malo) y disminuyendo el de HDL (colesterol bueno) por lo que favorece su depósito en las arterias y provocar arteriosclerosis, infartos al no llegar la sangre al corazón o aplopejías, si la sangre no llega al cerebro.
5. Daños hepáticos
Al usar esteroides aumenta las posibilidades de padecer cáncer y tumores hepáticos así como peliosis hepática, una afección por la que se forman quistes llenos de sangre en el hígado que pueden provocar hemorragias internas al reventarse.
6. VIH
Los consumidores de esteroides inyectados que no guardan las medidas higiénicas oportunas o comparten agujas infectadas están corriendo un gran riesgo de infección, además de que algunas preparaciones fabricadas de forma ilegal pueden no estar esterilizadas del todo por lo el riesgo de contraer infecciones virales tan graves como el VIH y la Hepatitis B y C es muy alto así como otras afecciones infecciosas bacterianas.
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