Uno de los propósitos más comunes a principios de año es comenzar a correr, pero lo que planteamos como un objetivo pronto se convierte en algo opcional. Los propósitos de ir al gimnasio, practicar running con regularidad o mantener una dieta equilibrada suelen dejarse a un lado pocos días después de planificarse. Para que esto no te ocurra, te damos algunos pasos que te consolidarán como un verdadero deportista y harán que tus buenos propósitos lleguen a convertirse en saludables habitos de runner:
1. Fíjate metas realistas. Si pretendes el primer día hacer 10 kilómetros lo único que conseguirás es no volver a salir, sobre todo si llevas una vida sedentaria.
2. Comienza con tranquilidad creándote metas cortas, y ve aumentando el ritmo y el tiempo gradualmente.
3. Siéntete cómodo y disfruta del entorno.
4. Al comenzar, alterna carrera y caminata, aunque tu intensidad sea suave será mejor avanzar más despacio que abandonar por marcarte ritmos muy duros.
5. Ten paciencia. La clave para convertirte en un runner consolidado es la constancia.
6. Intenta hacer deporte acompañado, así potenciarás la competitividad y aumentarás tu rendimiento.
7. Mantén la motivación con un plan de entrenamiento previamente establecido donde marques tus objetivos.
8. Procura no faltar ningún día para crearte el hábito, una vez creado, no necesitarás animarte porque ya estarás más que enganchado.
9. Cuida tu alimentación. Mantén una dieta equilibrada ampliando el consumo de hortalizas, frutas y verduras.
10. Intenta no abusar de especias, picantes o alcohol.
11. Apúntate a una carrera. Pero nada de grandes maratones, sino algo asequible según tus posibilidades, como por ejemplo de 5 km.
12. En definitiva, visualiza tu objetivo y trabaja para lograrlo. No tienes que hacer grandes marcas, solo evolucionar día a día.
Siguiendo estos pasos te convertirás en un auténtico runner y verás que cada paso que des hacia tu objetivo, habrá merecido la pena.